A veces cierro los ojos y sólo te veo a ti,
te observo, y sueño con poder sentirte de nuevo.
A veces cierro los ojos y quiero quererlo, pero todavía sé que no puedo,
e intento soñar bajo los pensamientos pensando en ti.
A veces cierro los ojos y me asomo por la ventana,
para poder saber de nuevo sobre ti.
Pero siempre, te tendré ahí,
sé que estarás por aquí.
Pero siempre, podré contar contigo
aquí, allí y donde sea.
Pero siempre, sacaré fuerzas gracias a tu instinto.
Y por encima de todo, siempre podré volver a ti.
Somos camino y somos vida.
Fdo: de un peregrino.
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