MENOS MALETA Y MÁS MOCHILA: WE ARE ERASMUS, WE DO NOT FORGIVE, WE DO NOT FORGET, EXPECT US.

Nostalgia, primera palabra que se me pasa por la cabeza. Nunca pasó, fue un extraño sueño, estuvo allí pero ya no está. Nuestras vidas continúan, solo los que hemos vivido la experiencia erasmus al máximo exponente nos comprendemos unos a los otros. Deja que la vida muestre su dolor, porque es terrorífico la sensación de vacío, la falta de ideas, el camino que queda por contruir.

No te miento. Pero no todo son aspectos negativos una vez ha terminado la experiencia. Nos llevamos con nosotros personas con las que compartimos muchisimas anécdotas y vivencias. Nos llevamos cachitos de cada ciudad, pueblo y país que visitamos. Todo guardado bajo un tercer ojo. Es duro volver a la vida real, a la realidad si, pero hemos vivido con intensidad digna de mencionar. A lo loco, sin parar, fiesta tras fiesta , país tras país, persona tras persona. No dejo de pensar que fue una locura por mi parte. Poder haber viajado a mas de 50 ciudades, 18 países, 2 continentes, haber sido deportado, perder buses, trenes, empalmar viajes tras fiestas, trabajar como profesor, tener mi propia bicicleta ( fui la envidia de todo Lodz hasta que 15 días después a la administración se le ocurrió poner bicis en toda la ciudad, entonces era el pardillo con bici propia). Todas las veces que tuve que arreglarla, las caídas y los paseos al casino, al salir de fiesta, a los parque, al trabajo, a la uni, ella me acompañó como una fiel compañera que fue, mención honorable a la bici de color rojo.

Polonia es un gran país, lleno de pequeños lugares recónditos que nunca hubiera explorado sino hubiera vivido ahí. Las personas erasmus que conocí y toda la red contruida en el que podría haber sido un posible futuro allí. Sinceramente no extraño nada, no me duele el corazón pero si siento una melancolía y una extrañez, algo me falta (y no es ni el señor ni el pastor), preguntas sin respuesta que sé que tengo que buscar afuera. Madrid es una capital, es grande pero no me encuentro. De primera mano se que todas mis cuestiones me las responderé cuando viaje, cuando vivas experiencias fuera, incluso echar de menos España de nuevo. La mente juega malas pasadas y los cambios que no hormonales se notan a la vuelta de la rutina, del hábito. Tenía la idea de escribir en algún momento que me llevara atrás en el tiempo, hace un año seguía sin saber que asignaturas tenía ni cuando había que empezar. Supongo que eso me provoca escribir de nuevo. Pero lo que quiero realmente es mostraros, porque un par de imágenes vale un par más de miles de palabras.