Buenas noches desde la calurosa ciudad de Barranquilla, situada en
el mar del Caribe, por encima de Panamá. La bella ciudad que acoge y acogió en
su día a miles de ciudadanos en busca de una vida mejor, de esa calidez y
alegría que llevan sus gentes. Esta fantástica ciudad está llena de vida, de
rascacielos y de centros comerciales. Sus 1,2 millones de habitantes le da el
poder de decir que concentra la mayor parte de la población de la región del
Atlántico.
Hoy domingo, acaba el fin de
semana acá pero como en todos lados. Y desde el jueves arrastro muchas
experiencias, que solo te pueden contar los que viajan, los que salen de la
zona de confort, los que experimentan con sus miedos y sus alegrías, con el
temor, y con la felicidad.
Siempre me gusta narrar desde que comenzó, hasta ahora mismito, cuando estoy
escribiendo. Por eso, todo empezó con el viaje, los vuelos, esas maravillosas
31 horas de supervivencia cambiando de países, de continentes, de cielos y
mundos. Es absolutamente espectacular como el ser humano puede moverse con esa
extraña facilidad mediante la aviación.
Bueno, el plan previsto, era llegar a Chicago e ir a
visitar el centro, y la costa, el lago Michigan y el frigol tan famoso de la
ciudad. No os voy a mentir, iba con prejuicios y estereotipos por muy traveler
que sea. En EE.UU hay muchas cosas que no me gustan, pero nunca había vivido el
estar allá, aunque fueran por horas. Y lo que pude percibir fue capitalismo,
dinero, alimentación a base de grasas e hidratos, mucho azúcar, comida sana muy
cara, gente sola caminando, bares y cadenas de bebida y comida donde la gente
estaba sola conectada al teléfono y/o trabajando con los ordenadores.
Vi también desigualdad, vi a los latinos, inmigrantes y
afroamericanos en su mayoría trabajando para el sector servicios. Ví, la
organización de Chicago, fácil y sencilla, y vi esos rascacielos, los tranvías
entre ellos, ese poder que te envuelve, esas alturas, edificios nuevos y
modernos otros antiguos e interesantes. Ví, conciertos de música gratuita,
festivales, el lago Michigan, barcos y paseos marítimos, vi gente que salia a
correr, gente rara y extraña, gente que sale en las películas americanas. Eso
es todo lo que ví. Hechos y cada uno que haya estado o que quiera ir que
reflexione...
Es un poco tarde, son las 21:30
y tengo jet lag pero mañana seguiré escribiendo sobre Barranquilla y el fin de
semana que he pasado que ha sido maravilloso, conociendo sus rincones y sus
gentes, sin miedo y palante!!
Continuará....
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